Hola, Mi inversionista de fe 🤑
Se nos va julio… y con él, otro mes en el que dijiste “ahora sí voy a ahorrar” y lo único que juntaste fue corajes y tickets del Oxxo. Pero no te preocupes, aquí estamos nosotros, cerrando el mes con las noticias que sí te importan: las que te dicen qué está pasando con tu dinero mientras tú nomás ves cómo desaparece.
→ El sube y baja - Mercados
▼ S&P 500 | $6,362.90 | -7.96% |
▲ Nasdaq Composite | $21,129.67 | +31.38% |
▼ IPC México | $57,395.85 | -0.73% |
▼ USD/MXN | $18.8431 | -0.0028% |
CETES | Plazo: 1 mes | 7.65% |
Las bolsas en Estados Unidos andan bien intensas: el Nasdaq se trepó +31.38% como si alguien hubiera gritado “¡hay promoción en tech!”. El S&P 500, en cambio, se dio un bajón de -7.96%, pero sin drama (todavía).
En México, el IPC bajó -0.73%, lo justo para que no se note… pero se sienta. El dólar también bajó tantito ($18.84), como cuando ves el precio y dices “meh”.
¿Lo rescatable? Los CETES siguen en 7.65%, aguantando vara como tu compa que siempre paga a tiempo.
Datos actualizados al 30 de julio a las 19:46 hrs.
→ Billete Nacional
Cuando Pemex no coopera, pero el SAT sí cobra como si sí

A México le faltaron 94 mil millones de pesos en ingresos presupuestarios en el primer semestre del año. ¿La razón? El petróleo no dio el ancho. Se esperaba que entraran más de 653 mil millones por esa vía… pero apenas llegaron 442 mil. O sea, la gallina de los huevos negros anduvo poniendo puro cascarón vacío.
3 cosas que no se te pueden pasar:
La caída en ingresos petroleros fue de 210 mil millones respecto a lo planeado.
Lo compensaron con más recaudación del SAT: ISR, IVA e importaciones fueron más altos de lo esperado.
No se contempla una nueva reforma fiscal, solo más fiscalización y cacería de evasores.
¿Y eso qué? ¿Cómo me afecta?
Si al gobierno le entra menos lana por el petróleo, tiene que conseguirla de otro lado. Y como no puede rifar otro avión, la opción más directa es exprimir más a los que sí pagan: empresas, profesionistas, freelance, godínez, tianguistas y hasta los que venden por apps. Eso significa más fiscalización, más revisiones, y menos margen para hacerte el loco con los impuestos.
También puede haber menos presupuesto para servicios públicos, apoyos sociales o infraestructura. ¿Traducido? Más filas en el IMSS, menos becas, calles parchadas con tierrita y trámites que se resuelven “en lo que el sistema carga”. Y si el hueco se agranda, cuidado: no es raro que suban tarifas, metan impuestos indirectos (como los que no se notan, pero se sienten) o te cobren por cosas que antes eran gratis.
El petróleo ya no da, pero Hacienda no va a dejar de cobrar.
→ Billete Global
Trump cobra por entrar… pero Corea paga y todavía le lleva flores.

Donald Trump anunció que llegó a un “acuerdo” con Corea del Sur: Estados Unidos pondrá un arancel del 15% a sus productos, pero a cambio, Corea va a invertir 350 mil millones de dólares en territorio gringo y comprará 100 mil millones en gas licuado. Suena a trato rudo, tipo: "te cobro por venir, pero gracias por tu dinero."
3 cosas que no se te pueden pasar:
Trump anunció el acuerdo en su red social, Truth Social (sí, sigue con eso).
Corea del Sur aceptó invertir 350 mil millones de dólares en EE.UU. y comprar gas gringo.
Aun así, habrá un arancel del 15% a productos coreanos que entren a EU.
¿Y eso qué? ¿Cómo me afecta?
Aunque parezca un chisme internacional, este acuerdo podría mover piezas en todo el comercio global. Si empresas coreanas prefieren producir o invertir en EE.UU. por presión política, podríamos ver menos presencia de esas inversiones en México. O sea, menos plantas, menos empleos, menos derrama.
Y ojo: los aranceles a Corea pueden cambiar rutas de comercio y hacer que ciertos productos electrónicos, autos o componentes suban de precio o cambien de origen. Así que si estás esperando que baje esa pantalla coreana… mejor siéntate con calma. Trump ya empezó a mover sus fichas económicas, y eso casi siempre significa que a alguien le va a doler el bolsillo.
Trump cobra por dejarte pasar… y todavía te pide que inviertas.
→ Billete Curioso
Si esta llamada sale mal, prepárate para pagar hasta por respirar

Este jueves en la mañana, Claudia Sheinbaum y Donald Trump se van a echar un telefonazo. Pero no para felicitarse por sus elecciones, sino para tratar de evitar que Trump active un arancel del 30% contra México el 1º de agosto. Básicamente, es una llamada con olor a ultimátum... y con impacto directo en la cartera de medio continente.
3 cosas que no se te pueden pasar:
Trump amenaza con un arancel del 30% si México no reduce el déficit comercial con EE.UU.
Sheinbaum y su equipo han estado negociando con propuestas para equilibrar la balanza.
La llamada será entre los dos presidentes, porque ya no hay tiempo para más correos diplomáticos.
¿Y eso qué? ¿Cómo me afecta?
Si Trump activa ese arancel del 30%, muchas empresas mexicanas que venden a Estados Unidos van a ganar menos… y cuando una empresa gana menos, no da bonos, no contrata, congela sueldos o hasta recorta gente. Así que, aunque tú no exportes aguacates ni autopartes, sí podrías perder la chamba, el aumento o el proyecto que venía.
Además, hay empresas que van a querer recuperar lo perdido subiendo precios acá en México. Entonces tú, sin comerla ni beberla, terminas pagando más por productos que antes eran más baratos. Lo peor: si suben los insumos, también suben los servicios. ¿Quieres ejemplo? Luz, gas, refacciones, tecnología… y hasta el micro que usas diario.
Todo porque dos presidentes se van a llamar por teléfono.
→ Biblia Financiera
¿Qué es un Swap financiero?
Un swap financiero es básicamente un intercambio de flujos de dinero entre dos partes. Como si dos empresas dijeran:
—“Oye, tú tienes eso que me conviene… y yo tengo esto que te sirve. ¿Lo rolamos por un rato?”
Y entonces hacen un trato para intercambiar pagos con ciertas condiciones, por un tiempo determinado.
El más común es el swap de tasas de interés:
Una empresa tiene un crédito con tasa fija, pero quiere aprovechar que la tasa variable está más baja. Otra empresa tiene lo contrario. Así que deciden intercambiar sus pagos. No mueven los créditos originales, solo se comprometen a pagarse mutuamente como si se los hubieran cambiado. Es como decir: yo pago tu Netflix, tú pagas mi Prime… y nadie se entera.
También hay swaps de divisas, donde dos entidades se prestan dinero en monedas distintas y se pagan después en la misma o diferente moneda, cubriendo riesgos cambiarios. O sea: tú me prestas euros, yo te presto pesos, y nos vemos en un año a ver quién lloró más con el tipo de cambio.
¿Y por qué existen? Porque permiten manejar el riesgo sin tener que endeudarse de nuevo. Pero también son complejos y peligrosos si no los entiendes… como cuando intercambias contraseñas con tu ex “por confianza”.
→ Coffee ligue.
El billete inútil más grande del mundo.
En 2008, Zimbabue se llevó el trofeo a la hiperinflación más absurda de la historia moderna. Su banco central imprimió un billete de 100 billones de dólares zimbabuenses (sí, con 12 ceros), pensando que así iba a “resolver” la escasez de efectivo. ¿El problema? Ese billetón no alcanzaba ni para comprar una barra de pan. Literalmente valía menos que el papel en el que estaba impreso.
El gobierno imprimía más dinero cada semana, creyendo que con eso podía tapar el desastre económico. Pero entre más billetes circulaban, menos valían, porque la gente ya no confiaba en la moneda. Llegó un punto en que los precios cambiaban cada hora, y la gente iba al súper con costales de billetes para comprar un litro de leche. Es decir: más peso en efectivo que en productos.
Zimbabue terminó abandonando su moneda y adoptó el dólar estadounidense. Hoy, esos billetes de 100 billones son piezas de colección y los venden por internet a turistas y coleccionistas. Así que sí: al final sí valieron algo… pero por puro morbo económico.

Y listo, magnate de supermercado.
Eso fue todo por hoy en El Billetazo, tu dosis diaria de finanzas.
Si hoy entendiste qué es macroequilibrio estructural, por qué Elon Musk podría mover tu cartera… misión cumplida.
Nos leemos mañana con más noticias, más contexto y más razones para pensar dos veces antes de pagar a meses sin intereses.
— El team Billetazo